Titulo: Azul y no tan rosa
Director: Miguel Ferrari
País: Venezuela
Género: Drama. Comedia
Guión: Miguel Ferrari
Fotografía: Alexandra Henao
Música: Sergio de la Puente
Reparto Guillermo García, Ignacio Montes, Hilda Abrahamz, Carolina Torres, Elba Escobar, Juan Jesús Valverde, Beatriz Valdés, Aroldo Betancourt, Daniela Alvarado, Alexander Da Silva, Sócrates Serrano, Arlette Torres, Juan Carlos Lares
Sinopsis: Diego, un fotógrafo de éxito, decide formalizar su relación con Fabrizio yéndose a vivir con él, pero, de manera inesperada, se ve obligado a hacerse cargo de su hijo Armando, que vive en España y al que no ha visto desde hace años. El chico llega con una maleta cargada de reproches, de modo que a Diego no le resultará fácil restablecer la relación afectiva con él. En tales circunstancias, un grupo de radicales homófobos le propinan a Fabrizio una brutal paliza que lo deja en coma.
Azul y no tan rosa pretende contarnos la historia de este hombre que se reencuentra con su hijo y al mismo tiempo se despide del gran amor de su vida. Un discurso de tolerancia y buenos propósitos, que se ejecuta trastocando viejos tabúes de la sociedad venezolana. El problema radica en que la ambición del argumento es tan grande –pretendiendo abarcar tantos temas–, que finalmente termina por arrojar giros argumentales y opta por concluir todo de la manera más fácil, con un desenlace demasiado previsible. Miguel Ferrari deleita la retina del espectador con una estética impresionante y deja de lado profundizar en un argumento que merecía ser explotado. Hablar de homofobia, incomunicación de padres e hijos, violencia domestica y tolerancia, no es meramente citar breves casos de estas problemáticas, sino profundizar inteligentemente en los temas y hacer que el espectador se sienta identificado, indiferentemente de su condición sexual.
Existen durante la película momentos jocosos y una que otra secuencia dramática que algunas veces poco logran conectarse adecuadamente dando como resultado un ritmo argumental algo irregular, sin embargo, el identificarse con las historias y los personajes te hace sentir parte de la película. Además, el exceso de referencias cinematográficas que emplea Ferrari, son tan precisas que por momentos se cree ver un film de Almodóvar.
A esto se le suma lo fingido y acartonado de algunas actuaciones, que con el pasar de la película van suavizándose y adaptándose mejor al papel, sin embargo, no terminan de convencer y se pierde la magia de algunos personajes, como el de Delirio del Rio (Hilda Abrahamz) que pudo llegar a ser el mejor papel de su carrera y desde mi punto de vista no supo explotarlo, como lo hiciera Antonia San Juan con Agrado en Todo sobre mi madre, aun así, será el personaje más recordado de la película.
Antes de continuar con mi opinión respecto a la película, vean el trailer oficial..
Azul y no tan
Rosa es transformación, es atrevimiento brillante, es un beso distinto, un
rescate del concepto de la familia, una cachetada a los burlones, una patada en
el culo a los que odian. Y sobre todas las cosas es un mensaje que llega en
momentos de necesidad. En un país donde ningún medio televiso muestra
decentemente a un personaje sexodiverso, en un lugar donde no sólo se condena
lo diferente, sino que se atenta contra ello, en un país donde te golpean y te queman
vivo por tener una opción sexual distinta.
Una película como Azul y no tan Rosa hace una
pequeña gran diferencia en la historia de los marginados, a los que simplemente
somos distintos. Pero más allá de un mensaje social, me encontré con una gran
realización cinematográfica que brillantemente se aleja de lo vulgar y no peca
de pretenciosa. Este proyecto, grabado en Madrid, Caracas y Mérida, reúne
personajes inolvidables.
Guillermo García interpreta a Diego, un personaje que según mi punta de
vista, es el primer Homosexual realista que he visto en las pantallas
Venezolanas. De mirada melancólica y sonrisa de niño, Diego es un laberinto, a
veces un candado sin llave, y otras veces es como todos nosotros, solamente
alguien que termina necesitando desesperadamente un poco de justicia. Diego es
metamorfosis ante el abuso. La sensibilidad y el compromiso de Sócrates Serrano
(Fabrizzio) Ilumina, conmueve. Complementa en química e historia a Diego. Por
su parte Ignacio Montes fue la gran revelación, quien en su natal España ya se
da a conocer por su trabajo en TV, interpreta Armando, un muchacho que se ha
hecho estragos en la ausencia de su padre, la soledad y la inseguridad, que
termina estallando como un volcán para luego crecer y romper sus propias
cadenas, ofrece momentos tan infantiles como intensos, al punto de convencer al
espectador que está viviendo lo que él vive.
Delirio del Rio, como Dolores pero Delirio, es un transexual interpretado por Hilda Ambrahamz que tal vez sea el más recordado de la historia por lo pintoresco y llamativo del papel. Hilda, hace una representación de aquellos que se sienten en un cuerpo diferente pero con un toque de humor y simpatía que te hace olvidar por un momento que quien hace el personaje es una mujer, también te hace ver que el ser transgenero simplemente pasa a un segundo plano a medida que transcurren los minutos y simplemente disfrutas (a pesar de algunos altibajos) de una gran actuación a lo Almodóvar y que como dije antes te hace recordar a Antonia San Juan como Agrado en Todo Sobre mi Madre (1999) o incluso a Femme Letal interpretado por Miguel Bosé en Tacones Lejanos (1991). Creo que el público transgenero se sentirá bastante identificado y respetado con la actuación de Hilda.
Con una banda sonora excelentemente en concordancia con las escenas de las películas que te hace sentir Tonada de Luna Llena de Simón Díaz tan intenso como el Tango Poema que canta Roberto Maida, en verdad Sergio de la Puente hizo una selección magistral. La fotografía a cargo de Alexandra Henao estuvo de lujo, buenas tomas y buena edición, que hace ver una Venezuela multicultural y rica en espacios naturales como los paisajes merideños y caraqueños que se complementan con nuestra infraestructura moderna y colonial como lo son, el reformado Teatro Nacional, el pueblo de Jaji en Mérida (si no me equivoco) y la Caracas metropolitana que tanto nos gusta.
Con una banda sonora excelentemente en concordancia con las escenas de las películas que te hace sentir Tonada de Luna Llena de Simón Díaz tan intenso como el Tango Poema que canta Roberto Maida, en verdad Sergio de la Puente hizo una selección magistral. La fotografía a cargo de Alexandra Henao estuvo de lujo, buenas tomas y buena edición, que hace ver una Venezuela multicultural y rica en espacios naturales como los paisajes merideños y caraqueños que se complementan con nuestra infraestructura moderna y colonial como lo son, el reformado Teatro Nacional, el pueblo de Jaji en Mérida (si no me equivoco) y la Caracas metropolitana que tanto nos gusta.
Azul y
no tan rosa es la ópera prima de Miguel Ferrari, también es a su vez un punto
de partida para el auge de historias diferentes en el cine patrio y la
representación de un antes y un después en la cinematografía nacional. Gracias
a su excéntrico argumento, sus personajes entrañables y su interesante diseño
de producción, Azul y no tan rosa es una película simpática que merece ser
visionada hasta llegar a ser Orgullo nacional.
Calificación: 8 de 10
Aqui tienes parte del de este elenco en twitter:
Miguel
Ferrari: @ferrarimiguel
Guillermo
García: @ElGuilleGarcia (Diego)
Ignacio
Montes: @Ignaciomontesg (Armando)
Hilda
Abrahamz: @hiLda1411 (Delirio)
Carolina
Torres: @carolinalao (Perla Marina)
Sócrates
Serrano: @SocratesSerrano (Fabrizzio)
Fuentes:
http://corriente-alterna.net/http://www.filmaffinity.com/
http://www.azulynotanrosa.com/